domingo, 14 de octubre de 2007

YA SON 102

Es un corta y pega de la web oficial del Sevilla F.C., pero al leerlo pense que aquí estaba todo resumido y con pocas palabras, así que ahí lo dejo.

UN AÑITO MÁS, BORRACHERA DE GLORIA Y UNA PÉRDIDA IRREPARABLE
Domingo, 14 de octubre de 2007
102 años dan para mucho. 102 años son los que cumple este domingo el Sevilla FC. Un año más, un año inolvidable, doce últimos meses que han dado a Nervión la felicidad absoluta... Posiblemente, los mejores doce meses de los 1224 vividos. No todos tuvieron el mismo sabor dulce. Pero que duda cabe que desde que llegó aquel glorioso 14 de octubre de 2005 y se cumplió el ansiado Centenario, la cosa ha ido a pedir de boca. Sí, se han ido cumpliendo esa gama de sueños que antes eran utopías y ahora se ven como jugosas realidades. Sí, en la actualidad los albañales por los que circulaba el sentimiento sevillista se han convertido en lindas, maravillosas y resplandecientes acequias. Acequias repletas de orgullo, de esplendor y de magnificencia.
Los años le sientan cada vez mejor. Ésa puede ser la conclusión que se puede sacar con este Sevilla FC moderno y poderoso. Se pensaba, cuando la Entidad cumplió 101 otoños, que se había tocado techo, que se había rozado el cielo, que se había bailado con los ángeles más bellos. Ganar la UEFA y la Supercopa de Europa ante el mismísimo Barcelona de Ronaldinho, Eto, Messi y compañía era demasiado ¿Quién podía superar aquello? Pero había margen de mejora. Lo había, claro. Porque lo que ha traído el después era algo sumamente inesperado. Algo que todavía hoy cuesta narrar.
El primer partido de este último año, el mejor sin duda de la historia en la faceta deportiva, comenzó con derrota en el Camp Nou. En cambio, a pesar de hincar la rodilla en la ciudad condal, la imagen dada por el conjunto de Juande Ramos no pudo ser más positiva. Hubo una tormenta de halagos hacia el juego desplegado por los nervionenses. No siempre el buen hacer iba a estar exento de resultados adecuados. Las victorias comenzaron a caer como naipes, el Sevilla se aupaba en la primera posición del ranking mundial de clubes, los goles de Kanouté eran un torrente que se llevaba por delante a quien se pusiera en frente, el estado de gracia era tal que cuando se perdía se encendían todo tipo de alarmas. Poulsen asombraba con sus mordiscos en la medular, Daniel metía goles hasta de falta, Palop echaba afuera todo lo que iba para dentro, la defensa era un muro sin grietas y Luis Fabiano por fin era O Fabuloso, hasta que Diogo le sacaba de sus casillas con las más sucias artes de la vida.
El Sevilla terminó 2006 como un auténtico ciclón y comenzó enero recogiendo el galardón de mejor equipo del mundo. Un baño de gloria en toda regla y con todo merecimiento para la cúpula directiva nervionense en Salzburgo, donde vio la luz el gran músico Mozart. Sin embargo al equipo le costó arrancar y hubo que esperar a febrero para que las aguas volvieran a su cauce. Es decir, a que regresaran las victorias, poco a poco el buen juego y ya en marzo la épica. La épica, la epopeya, la historia más heroica que puede narrar un poeta cuando presencia un encuentro de fútbol. La firmó Palop, de nombre Andrés. Ése portero suplente que vino de Valencia para convertirse en héroe, en lo más parecido a ese general que en pleno sitió de su posición cuadró a sus hombres y les obligó a apretar los dientes, porque el miedo no estaba hecho para su tropa. Ese portero que en la última jugada del encuentro se fue arriba con todo para rematar un córner y pactó con el diablo con el fin de lograr con la testa la hazaña de las hazañas.

Fue sin duda, el gol de Palop en Donetsk, uno de los momentos cúspide de este último año, aunque episodios similares hubo muchos más. Unas semanas antes se le remontaba al Barça un 0-1 con sólo diez jugadores y un penalti en contra. Las gestas eran unas tras otras. Y las exhibiciones a domicilio otra constante. Ostentación de poderío en Heliópolis, arrolladora demostración de fútbol en White Hart Line, vendetta contra Osasuna y devastador huracán en Riazor en semifinales copera... Todo ello condujo a Glasgow un imborrable 16 de mayo, a otra final continental, a otra cita con la historia.

En Escocia, en uno de los templos del fútbol mundial, en Hampden Park, el Sevilla libró una ardua batalla con el Espanyol que se decidió en los penaltis. Y en los penaltis volvieron a aparecer las fascinantes manos de Andrés Palop, que detuvieron ni más ni menos que tres lanzamientos y dieron al Sevilla su segunda Copa de la UEFA consecutiva. Era sin duda la UEFA de San Andrés de todos los santos. Amen.
Ahora sí, parecía que el mundo ya no podía ser más redondo ni las estrellas más brillantes. Pero la ilusión volvió a irrumpir y se hizo con el sevillismo, que firmemente creyó en la posibilidad de ganar la Liga. En la penúltima jornada, un triunfo en Mallorca hubiera dejado a los nervionenses como líderes a una sola fecha del final. Pero la ensaimada finalmente no se pudo saborear. No. La ausencia de muchos internacionales debido al virus FIFA, la falta de acierto arriba y el riguroso arbitraje de Iturralde González que no vio, o no quiso ver, dos penaltis de manual, impidieron el que hubiera sido un histórico triunfo.

En cualquier caso, llegar a la última jornada de Liga con posibilidades de levantar el título ya era para estar más que contentos. Además, quedaba todavía un plato fuerte sobre la mesa. Por unos días, Madrid se tiñó de blanco y rojo en clave andaluza. Más de 80.000 sevillistas inundaron las principales arterias de la capital, en lo que ya se reconoce como el mayor desplazamiento humano que ha habido nunca para ver un choque de fútbol. Esas 80.000 almas, de las que aproximadamente 30.000 no pudieron entrar al estadio, no podían quedarse sin champagne. No. El Sevilla no podía perder. Ganó, venció, dio la talla e impuso su oficio merced a otra delicia de Kanouté, ese delantero que hace ruido sólo con sus disparos y que se mueve con sigilo allá por donde pisa, siempre al acecho del gol.
Otro título más. Otra fiesta más. Otra batallita que contar a los nietos. Otra fecha en el calendario para señalar. Y la rueda continuó avanzando. Porque en agosto el Sevilla vulgarizó el Bernabéu, cometió un auténtico sacrilegio, devastó Chamartín, desbarató el mito del miedo escénico en territorio merengue. De nuevo se exhibió, de nuevo asombró al mundo entero. De nuevo levantó un título, con un 3-5 en la Castellana, con la pantera de Mali haciendo un hat trick, con Renato dando cabezazos a diestro y siniestro y gritando, gritando mucho. Todos gritaban. Gritaban los miles de sevillistas en el gallinero del Bernabéu. Gritaban los cientos de miles de hinchas emborrachados de satisfacciones... Gritaban todos. Quizás fue el último grito. O al menos ahora los gritos no se entonan de la misma forma. O al menos no suenan igual. Porque el 25 de agosto de 2007 a Puerta el corazón le jugó una mala pasada. El corazón le traicionó en pleno encuentro a él y a todo el sevillismo, en el Ramón Sánchez Pizjuán, en el césped que tanto le gustaba pisar. Antonio Puerta sufrió una andanada de paradas cardiorrespiratorias que tres días después le llevaron a la muerte. Y su muerte asoló a la afición, produciendo una ola de solidaridad que llegó de todos los puntos del planeta. Los hinchas se sintieron solos por momentos y los triunfos pasaron a ser menos importantes.
De ahí al comienzo de temporada, en el que los resultados no están acompañando. Comienzo de temporada en el que se volvió, justo cincuenta años después, a la Copa de Europa, ahora llamada Liga de Campeones. Liga de Campeones en la que hasta ahora ha habido una de cal y una de arena. Pero sobre todo, Liga de Campeones en la que hay depositada muchísima esperanza por dar más lustre si cabe a la capital de Andalucía en el mundo.
Eso ya será con un Sevilla con 102 años en las espaldas. Al de 101 poco más se le puede pedir. Lo hizo todo, aunque el trágico fallecimiento de Puerta dejara lo logrado en casi nada. Será éste el año de los títulos, el año del mejor equipo del mundo, pero también el año en el que un zurdo exquisito con sonrisa deliciosa nos dejaba para siempre. Portaba el 16 y se llamaba Antonio.

102 Años

Hoy 14 de Octubre de 2007, cumplimos todos los que llevamos tus colores 102 años, hoy 14 de Octubre, los sevillistas cumplimos 102 años. Hoy 14 de Octubre el mejor equipo del mundo, cumple 102 años. Si, si, ya tenemos 102 años, hoy es un día grande, un día de celebraciones ¡¡¡Felicidades!!!

miércoles, 3 de octubre de 2007

Resumen SFC-Slavia

Aquí dejo el resumen del partido de ayer frente al Slavia de Praga con los comentarios de SFC Radio.

martes, 2 de octubre de 2007

SFC-Slavia

Si o si, ya nos toca, a por todas, hoy llega ya la noche esperada por todos, el debut en nuestro estadio en la Liga de Campeones. El debut de nuestro Sevilla, no llega en un buen momento, pero que mejor manera de empezar la remontada que en el día de hoy, dedicando el triunfo a todos los que se nos han ido en esta temporada, que parece que no nos deja respirar y ya son muchos los que nos han abandonado para fichar por el cielo, todos se van para el tercer anillo.
Hoy ya nos toca, llevamos esperando mucho este momento, y el Sevilla, el que todos hemos visto, y que está ahí, hoy debe resurgir y ganar, el rival es asequible, porque si el Sevilla juega como el sabe no hay quién lo pare, y hasta la pelotita entrará.

Hoy no quiero dar un resultado, ya la fastidie en el partido contra el Arsenal, así que solo espero la victoria, una victoria que no nos haga pasar apuros. Siempre respetando al rival pero el Sevilla ya debe demostrar en esta competición lo que es, el mejor equipo del mundo.